LA
CELESTINA
(Adaptación
hecha por el profe Carlos para la clase de comunicación)
INTRODUCCIÓN
NARRADOR:
Melibea ha entrado a un hermoso huerto buscando un halcón que se le ha perdido.
Calixto, el dueño de ese lugar, la ve pasar.
CALIXTO:
(solo) Oh, qué ven mis ojos…qué chica
tan guapa es esa que pasea por mi huerto…oh… ¡ya me enamoré! (se acerca a
Melibea) Linda señorita, ¿qué hacéis aquí?
MELIBEA:
(sobresaltada) Hola…estoy buscando mi halcón que se ha metido a este lugar.
¿Este huerto es suyo?
CALIXTO:
(desenfadado) Mío y tuyo también, mi
amor.
MELIBEA:
(sorprendida) Oye qué te pasa. A mí
me tratas con respeto.
CALIXTO:
Es que me gustas mucho.
MELIBEA:
No te aguanto más… ¡me voy! (sale del
escenario)
CALIXTO:
Espera…al menos dime tu nombre.
MELIBEA: (justo antes de
salir) Melibea, y no lo repitas porque se
gasta.
CALIXTO:
(solo) ¡Melibea! Qué hermoso nombre. Desde
ahora Melibeo soy, y a
Melibea adoro, y en Melibea creo, y a Melibea amo.
CONFLICTO
NARRADOR:
Calixto ha hecho todo lo posible por conquistar a Melibea. La ha buscado en la
calle, ha querido darle regalos, le manda cartitas, etc., etc., etc. Pero no ha
tenido éxito. Un día, regresa a su casa desilusionado y se encuentra con su
criado Sempronio.
SEMPRONIO:
Oiga, jefe, ¿le pasa algo a usted? Hace días que se le ve raro.
CALIXTO:
Oh, Sempronio, si supieras…estoy enamorado de una flaca que no me da bola.
PÁRMENO:
Pero, jefe, tenga esperanza que el amor imposible todas las cosas vence pe.
CALIXTO:
Pero, Pármeno, ¡ya lo he intentado todo!
SEMPRONIO:
Oiga, joven Calixto, yo conozco a una vieja que es experta en unir parejas. Se
llama Celestina.
PÁRMENO:
No, jefe, no vaya con la Celestina. Verdad
es que junta amores imposibles; pero no sabes de lo que es capaz. Cuando
ella tiene que hacer, no se acuerda de Dios ni cura de santidades. No es de
confiar.
CALIXTO: No
me importa lo que pase, si puedo estar al lado de mi amor. Melibea es mi señora, Melibea es mi Dios, Melibea es mi vida; yo su
cautivo, yo su siervo…Manda llamar a ese Celestina. (Sempronio sale al punto).
NARRADOR:
Al cabo de un rato, llega el criado con una mujer mayor, es la Celestina. Se
acerca a saludar al señor de la casa.
CELESTINA:
Joven Calixto, ya tu criado Sempronio me ha contado tus pesares de amor. Has
llamado a la vieja adecuada.
CALIXTO:
¿Estás segura de que puedes hacer que Melibea sea mi novia?
CELESTINA:
Sin duda, mi señor. Te ayudaré. El amor es un fuego escondido, un
sabroso veneno, una dulce amargura, una dulce y fiera herida, una blanda
muerte... Me olvidaba, joven Calixto: tú sabes que
merezco una buena recompensa por ayudarte.
CALIXTO:
De eso no tengas la menor duda. Soy rico y sé usar mi dinero. Mejor es el uso
de las riquezas que la posesión
de ellas.
CELESTINA:
Gracias, gracias, buen hombre…Así da ganas de trabajar… Y con ustedes,
Sempronio y Pármeno, por haberme conseguido este trabajito, compartiré el pago
que me dé su señor (los criados quedan
muy alegres).
NARRADOR:
Celestina entra a la casa de Melibea, roba algunas de sus prendas y, mismo
chamán, hace un conjuro mágico al dios Plutón. Al cabo de pocos días, logra que
Melibea caiga rendida ante Calixto.
DESENLACE
NARRADOR:
Calixto y Melibea pasan días de mucho amor, paseando por las calles de la
ciudad de la ciudad de Talavera.
MELIBEA:
¿Me quieres?
CALIXTO:
Sí.
MELIBEA:
¿Mucho?
CALIXTO:
Claro.
NARRADOR:
La Celestina recibe una cadena de oro como pago a sus servicios. La vieja no
cumple su palabra y no quiere compartir su ganancia con los criados… estos se
enfadan mucho.
PÁRMENO:
Ves, te dije que esa tía no era de confiar.
SEMPRONIO: Ya nos la pagará.
NARRADOR:
Resulta que, furibundos, los criados de Calixto se vengan de Celestina y la
matan. Pero son capturados por la policía y se van a la cárcel (mientras narra, se actúa)…Finalmente,
una noche que Calixto va a visitar a su novia, escucha unos ruidos y va a ver
qué pasa.
CALIXTO:
¿Qué es todo ese ruido? Voy a ir a ver. Espérame un ratito, Meli.
MELIBEA:
OK.
NARRADOR:
Calixto trepa por la pared del huerto, pero cae y… ¡muere!
MELIBEA:
¡Oh, soy la más
triste de las tristes! ¡Tan poco tiempo poseído el amor, tan rápido venido el
dolor! ¡Yo me mato!
NARRADOR: Así termina esta tragicomedia: Melibea, desesperada, sube al techo y se tira de lo alto...Gracias por su atención.
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